Libro: Mateo
Capitulo: 7
Versos: 7-14
Todos queremos recibir bendiciones, ver
la bondad de Dios en nuestras vidas, queremos abrir nuestras vasijas y que sean
llenas, pero la pregunta es ¿estas dispuesto a pagar el precio ¿que precio
debo pagar? cuando hablamos de
precio no es en el sentido monetario, pues nada podría compensar
lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz del calvario, el precio que debemos
pagar mateo 7:12-14 lo retrata muy bien, si queremos ser bendecidos,
debemos bendecir, y seguir los preceptos y mandamientos que nuestro Dios nos ha
impuesto, el no quiere que seamos esclavos ni mucho menos que vivamos una vida
desenfrenada y loca por un camino que su fin es muerte y condenación eterna;
por el contrario, el desea que vivamos una vida llena de bendiciones la cual
como lo sabiduría da a todos abundantemente y sin reproche.
Mateo hace la comparación que
(mateo 7:9) nosotros como hombres sabemos dar a nuestras descendencias buenas
cosas, según sus necesidades, si pide pan no le daremos piedra o si pide agua
no le daremos arena, porque en realidad eso no saciaría su sed; entonce si esos
somos nosotros como hombres que podemos dar buenas cosas, cuanto mas nuestro
padre celestial nos dará a nosotros bendiciones hasta que sobren y abunden en
nuestras vidas, por ejemplo si pedimos prosperidad económica con todo el amor
que el nos tiene, nos estregara en nuestras manos un buen trabajo para que
logremos lo que necesitamos, no dudemos ni un instante en el amor de Dios para
nuestras vidas, no sea que confundamos la mentira del mundo con el gran amor de
nuestro padre.
Pide y se os dará, busca y
hallareis, porque nuestro Dios esta cercano y escucha nuestro clamor, si somos
fieles a el, sabes debo decirte que no simplemente porque le pidas a Dios el te
conceda todos tus caprichos, también tu tienes que dar, Pablo en cierta ocasión
le hablo a la iglesia de corinto y le dijo “sed imitadores de mi como yo soy de
cristo”(1 corintio 11:1) esta petición significaba entrega, sacrificio, morir
yo para que Jesús viva en mi; a menudo vemos como muchos hombres quieren gloria
sin sacrificio, o triunfo sin sometimiento pero aunque sea mas fácil, la
victoria no tiene valor, si no vences tu gigante y solo juegas a dormirlo
siempre, nunca podrás darte cuenta del verdadero valor que significa pelear y
vencer, Jesús mismo peleo, y venció y exhibió su triunfo, sin embargo el no
quiere que te escondas detrás del triunfo de tu hermano o de las bendiciones
que reciban otros, el quieres que peles tus propias batallas y que venzas tus
propias luchas y obtendrás tus propios triunfos, no le temas al gran tamaño de
tu adversario porque nuestro Dios es mayor que el, por el contrario confía en
la fortaleza que nuestro Dios ha preparado para nosotros y en la promesa de
nunca dejarnos solos en ningún momento de nuestras vidas.
El camino estrecho en el
trayecto de nuestras vidas aunque feo tiene mas de lo que a menudo solemos
pensar, no es un camino para viejos, es un camino para valientes, esforzados y
personas decididas a alcanzar lo que Dios ha preparado para sus vidas, porque
si nosotros siendo malos sabemos dar buenas cosas a los que no los piden cuanto
mas nuestro padre celestial dará buenas cosas a los que se los pidan, decía
mateo sin temor a equivocarse.
Consejo
Siempre ten presente que no
eres un vencedor cualquiera, tu eres un mas que vencedor, pero debes de tomar
la decisión de hacer lo mismo que Jesús, Pablo y todos aquellos que le dijeron
a cristo que si y entraron por la puerta estrecha.
No le hagas caso a lo que no
te aprovecha, analiza y reflexiona porque mejores y mayores cosas Jesús ha
preparado para ti, si eres capaz de esforzarte y ser muy valiente, para que
puedas vencer como David, al gigante que amenaza tu vida, y recuerda mientras
mas grande es el gigante mas dolora será su caída, así que prepara tu onda para
que hagas lo mismo que David y venzas ese gigante que amenaza con destruirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario