Ayer temprano empecé a rememorar mi
pasado, las dificultades que pase, las veces que me quise rendir, las veces
cuando pensé que no valía la pena seguir, recordaba mis tiempos de estudios,
estudie la universidad los domingos, y trabajaba los otros 6 días así que no había
descanso para mi, cuando ya pensaba que iba a descansar entonces amanecía y
todo empezaba otra vez, jeje pero en realidad eso no es lo que mas me impacto
del todo, recuerdo que un domingo mientras iba subiendo una carretera empinada sentí
que daba un suspiro desesperado y muchos pensamientos se adueñaron de mi mente,
como “wao estoy cansada, otros están felices durmiendo mientras yo aquí
estudiando, no puedo disfrutar de un domingo en la iglesia”, sentí en ese
momento que quería tirar la toalla y fue cuando un señor que nunca había visto,
me detuvo y me miro a los ojos y me dijo “Joven Dios premia su esfuerzo” fue
como un empuje, recibí nuevas fuerzas en ese momento, creo que Dios habla y esa mañana lo comprobé, se
que esa palabra salieron de la misma boca de Dios porque solo el conocía mi corazón
y lo que estaba sintiendo en ese momento de desesperación y desanimo, hoy ya
han pasado dos años desde aquella vez y se que cada segundo ha valido la pena,
logre graduarme en la universidad con honores y sobretodo empecé a depender mas
de Dios y entendí que talvez otros no necesitaban pasar por ese proceso pero “yo
Si”,
No se talvez cual será tu proceso pero
algo que si se es que Dios te ve y como aquellas vez para mi, marcaron un
destino y futuro forjado en esa afirmación, hoy las comparto contigo y te digo “Dios
premia Tú Esfuerzo”, “No te rindas”
Feliz y Bendecido Día,
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