Por sus Frutos

No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Gálatas 6:7 RVES

En la vida encontraremos todo tipo de personas las honestas, los fieles, los que odian y los que aman, los buenos y también los malos, asimismo encontramos un tipo de persona muy especial y éstas son los hipócritas, digo especial porque esta palabra abarca lo bueno y lo malo, en mi idioma depende del contexto con que te digan especial sabrás si alegrarte o enojarte, interesante verdad, pero en este contexto no es bueno porque los hipócritas, son estás personas de doble cara que creen que todo el mundo creerá su actuación, te alaban y elogian en el frente pero por detrás te desgarran, y saben Dios aborrece a personas así, aborrece el pecado que trae la hipocresía, aborrece que intentemos engañar a Dios. Que aparentemos delante del GRAN YO SOY es algo tan absurdo, pero hoy en día hay muchas personas en esa situación y te lo digo con propiedad porque en algún momento de mi vida también lo fui, sabes porque, porque muchas veces no ore lo suficiente, pero me hacía llamar mujer de oración, no leí lo suficiente su palabra pero me llamaba maestra, me hacía llamar sierva de Dios pero murmuraba a mi hermano, me hacía llamar hija del Dios altísimo pero dependía de mis propias fuerzas, están fácil caer en este pecado, porque es algo que sin querer nos enseñaron, no enseñaron que siempre estaremos bien, que todo es bendición, que Dios me perdona todo (y eso es una verdad condicional, porque cada vez que Jesús sano a alguien le dijo, vete y no peques más, el nos perdona si, pero no debemos hacer del pecado un deporte y fallarle una y otra vez) ojo con esto Dios no puede ser burlado, cuando pasa esto es porque nuestra relación con Dios está en segundo plano, porque es más fácil quedar bien con el hermano que veo que con Dios que no veo, cuando es más fácil dejar a Dios a la espera por ir a ver la serie en la TV, sinceramente el pecado está a la puerta esperando el más mínimo desliz para entrar a tu vida, por eso es que cada día debemos prepararnos y estar en pie de guerra, en la oración, lectura, búsqueda constante constante de nuestro padre celestial, entendiendo sobre todo que todo lo que siembras segaras, así de simple, si siembras odio no puedes cosechar amor, si siembras distancia no abrazaras la cercanía, si siembras lejanía de Dios no puedes pretender ser el ungido, el intimo con Dios, porque entiende esto por tus frutos serás conocido.

Así que es tiempo de acercarte a la fuente de vida, al granero de Dios, y cambiar las semillas de pecado por semillas de salvación, y permitir al Padre de vida y que siembre en buena tierra.